La comodidad que entraña hacer una operación comercial desde la casa, lugar de trabajo o andando en el metro, definitivamente ha revolucionado la manera de hacer negocios. Puestos en los zapatos del usuario, no se trata de visitar la réplica en internet de una juguetería (que la hay), sino de asistir a una juguetería que solo funciona en internet; desde el punto de vista del vendedor, una herramienta de alcance y ventas descomunales.

En este artículo te comentaremos las particularidades del ecommerce y algunas de sus ventajas.

¿Qué es el ecommerce?

También conocido como comercio en línea, online, virtual o electrónico, es el modelo de compra y venta que usa internet como plataforma operativa. En todas sus fases: exhibición, comercialización y distribución.

Tipología del ecommerce

B2B (business to business): compra y venta entre empresas online, sin la intervención del consumidor final.

B2C (business to consumer): ocurre entre la empresa (una tienda en línea) y el consumidor. Es el más común.

C2C (consumer to consumer): aunque obedece a las mismas reglas del resto de los tipos del ecommerce, este modelo involucra solo a consumidores, que valiéndose de un marketplace (Mercadolibre, por ejemplo), comercializan sus productos y servicios.

G2C (government to consumer): tiene lugar entre las instituciones del Estado y sus ciudadanos. Es de gran utilidad para pagos de servicios, impuestos e intercambio de documentos.

A causa de que es inherente a internet, el ecommerce tiene características que definen su funcionamiento con respecto a otros medios digitales (blogs, sitios web). Por regla general, contiene la misma información que un sitio web convencional (misión, visión, datos de contacto, redes sociales, registro de servicios y productos, canales de suscripción, contenidos de valor), con la notable diferencia de que la relación es remota en todo momento. Veamos particularidades:

Catálogo detallado: su vitrina es pormenorizada y copiosa, basada en una gran experiencia de usuario. Exhibe sus artículos acompañados de información (imágenes, videos de demostraciones en campo, consideraciones técnicas, valoraciones de sus usuarios, dimensiones del producto, fecha de elaboración, cuadros comparativos, precios) que no deja espacio a dudas sobre lo que está ofreciendo. Al mismo tiempo, sigue un complejo esquema de clasificación de su oferta (categorías, subcategorías, cruzadas las más de las veces) que despeja el camino entre el usuario y el producto que le interesa.

Operativo los 365 días del año. El ecommerce funciona a toda hora, razón por la que no se permite pausas en la gestión de sus contenidos. El cliente confía en la disponibilidad permanente de los productos y servicios de la tienda en línea donde quiere comprar, debido a lo cual es imprescindible un estricto sistema de gestión que vigile el inventario, el mercadeo y la distribución de los bienes. A lo que hay que añadir la atención de dudas, susceptible de ocurrir en cualquier momento.

Plataforma de venta en línea. El objetivo central del ecommerce es facilitar el proceso de comercialización. En este sentido, emplea plataformas de venta con todos los recursos que lo agilizan. Son personalizables y tienen entre sus atributos carrito de compras, medios de pago, motores de búsqueda avanzada, gestión de facturas, modos de entrega, reportes estadísticos (lo más vendido, lo más buscado), ventas cruzadas (cross-selling), promociones, entre otros. Es un instrumento imprescindible.

Cercano al usuario. El ecommerce tiene el reto de atraer, cautivar y cerrar la venta por medio de internet, para lo cual es vital conocer a la clientela. Antes de cualquier transacción de compra, el cliente debe registrarse para tener acceso a su panel de control. La información recabada –por básica que sea- es un insumo valiosísimo para precisar sus gustos, su comportamiento de búsquedas, en fin, para segmentarlos, lo que posibilita estrategias más puntuales de captación por medio de promociones y publicidad.

¡Ya conoces un poco más sobre las características del ecommerce. ¡Anímate a probar!